En este libro encontraréis personajes que se sirven consciente o inconscientemente de distintas manifestaciones de la amistad, el amor y el sexo como vías de escape del mundo hostil que les rodea.
Kundera nos describe sus comportamientos, reacciones y vicisitudes no en forma solemne, sino “aparentemente” divertida. Remarco “aparentemente”.
Según apunta el propio Milan Kundera, tal vez por haber sido escritas en el periodo más feliz de su vida, entre 1959 y 1968, estas narraciones son las más alegres, las más seriamente desvergonzadas y las más reflexivamente divertidas de su obra. El estilo sarcástico del autor checo sin duda propicia la sonrisa cómplice al sentirnos identificados en los pensamientos íntimos que se desnudan ante nosotros sin pudor alguno, pero ahí radica el engaño de Kundera, pues esa sonrisa más que divertida acaba transformándose en una mueca al llegar a recovecos de lo que debe ser nuestra alma, conciencia o sentimientos más íntimos en definitiva.
El Libro de los Amores Ridículos contiene siete relatos que ocupan poco más de 250 páginas. A través de esos siete relatos, Kundera, siempre con un tono cargado de ironía y sarcasmo a la vez que aparentemente despojado de toda severidad, nos engañará haciéndonos creer que nos invitará a sonreír con sus cuentos, cuando realmente su intención es otra mucho más profunda a la vez que meritoria: nos obligará a reflexionar al mismo tiempo que pasaremos un buen rato con la evidente “vis comica” de las historias.
En definitiva, se trata de un excelente libro si lo que se pretende obtener es algo de introspección. El aspecto divertido es innegable, pero no es el predominante. Abundarán las sonrisas de complicidad e incluso cierta turbación en alguna que otra actitud más o menos discutible de los personajes al sentirnos identificados con ellos. De esta forma el autor nos hará reflexionar, lo que siempre es de agradecer, y si tal como se ha comentado es con una sonrisa, mejor que mejor.
Toni Martínez Robles (aka Tolou)
Ficha de Libro enviada por Tolou el 4 de Noviembre de 2004